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Jugadores en desarrollo

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Jugadores en desarrollo

2 de mayo de 2022

¿Hay falta de ambición o hambre de superación en jóvenes entre 19 a 22 años?

Hay Ligas o temporadas que son más difícil en ver jugadores jóvenes despuntar y tener protagonismo en equipos profesionales. Los clubes, y los entrenadores también, siguen apostando por jugadores con más edad, ya contrastados, buscando experiencia y resultados inmediatos. 

Es curioso que exista este problema. Es evidente que ahora los chicos están mejor entrenados porque los entrenadores son mejores y se preparan más. También son mejores físicamente. Al trabajo de formar a un jugador se suman preparadores físicos, nutricionistas, psicólogos. Las posibilidades son mucho mayores. ¿Por qué si son mejores física y técnicamente irrumpen menos en el primer nivel del baloncesto? 

Pues creo que en algunos casos la falta de ambición, el hambre por superarse, pueden ser muy culpables de esto. Hoy en día los chicos lo tienen todo. Su vida es mucho más completa, no está solamente centrada en estudiar y jugar. Las horas del día siguen siendo veinticuatro, pero ahora en el reparto de esas horas también están presentes instagram, tik tok, youtube, whatsapp, internet, play station... 
Lo tienen todo, en la medida de las posibilidades de cada familia. Les justificamos, les defendemos. Si juegan poco el culpable es el entrenador que no comprende el juego del chico. Los hijos siempre tiene razón, no los profesores, tutores o entrenadores. Lo que necesitan solo deben pedirlo para tenerlo. 

¿Qué es lo que pasa cuándo uno de estos chicos tiene la oportunidad de entrenar con el primer equipo? Pues que él también cree que tiene derecho a jugar. Y somos capaces de hablar mal del entrenador profesional porque no lo hace jugar. En esta sociedad en la que conseguir lo que se quiere cuesta muy poco es muy dificil que los chicos comprendan que cada minuto hay que ganárselo, que trabajar más es una obligación y que, para jugar, debes demostrar que eres mejor que el compañero que juega en tu puesto. En un vestuario de un equipo profesional el jugador joven no debe abrir la puerta y exigir el mismo trato que el resto. Los jóvenes deben echar la puerta abajo trabajando con la mayor humildad por participar en el entreno, luchando como un guerrero por jugar un solo minuto. 

Conseguir esto sin haber aprendido que nada es gratis, que todo cuesta y que los derechos no se tienen sino que se ganan, es muy dificil. El mejor de los talentos sin estos valores puede perderse. 

Está prohibido quejarse por no jugar. Si no juegas debes valorar que el lunes vuelves a entrenar con los mejores y trabajar más todavía. Sólo así conseguirás tener algún día una oportunidad. Trabajas para estar preparado en aprovechar esa oportunidad el día que llegue. 

Los buenos entrenadores no miran el DNI. Ellos darán la oportunidad al joven si éste demuestra que es mejor que los otros compañeros. Los buenos entrenadores no regalan oportunidades sino que trabajan con los jóvenes para que se ganen esa oportunidad y estén preparados para aprovecharla. 


¿Los u13, u15, u17... son considerados deportistas en desarrollo?

Uno de los grandes problemas que tienen los deportistas en desarrollo es, precisamente, que nadie los considere "en desarrollo", y se pretenda o se los juzgue como jugadores hechos y derechos. Padres o familiares que los evalúan como si fueran profesionales a edades tempranas, y Entrenadores creídos que la exigencia sin medida es la mejor receta para el crecimiento, son dos de las poderosas razones que llevan a los chicos a creer que son "jugadores de..." a los 13, 15 o 17 años, en lugar de "estudiantes o aprendices del deporte que aman". 

Se les exige como si fueran profesionales o jugadores de primera, y eso es lo que, en primera medida, empieza a matar el amor al juego y la soltura, y luego comienza a cargar la mochila de presiones que terminan atentando contra el normal desarrollo del novel deportista. Si a eso le sumamos el poder de la imagen y la sobreestimulación informativa a que nos someten Internet y los medios de comunicación, podemos decir que vamos en el camino hacia la saturación temprana. 

La necesidad de responder a las exigencias del medio hace que los chicos a veces pongan el foco en lugares equivocados, y así se los ve mas preocupados por copiar a sus ídolos en gestos, movimientos o detalles tontos, que en tomar los valores que en algunos casos han hecho grandes a esos deportistas. Y esa búsqueda desesperada por copiar o asimilar a cualquier costo algún movimiento terminan atentando contra su Foco y, fundamentalmente, contra su verdadera Esencia, contra lo que ellos podrían llegar a ser algún día. 

Por eso es tan importante que estén en manos de verdaderos Formadores, que alejados de las presiones, les enseñen a buscarse a si mismos, antes de convertirse en maquinas de copiar sin sustento real. 

Pero claro, en una sociedad deportiva signada por el exitismo, no son los chicos los únicos “presionados”, ya que en muchos casos, la necesidad económica o de progreso pone a los DT en situaciones complejas, que también los hace perder el Eje en su labor formativa. Entonces nos encontramos con entrenadores de inferiores zapateando y vociferando en el banco de suplentes, apremiados por un resultado, en lugar de estar poniendo su energía en formar a los chicos en el disfrute y el aprendizaje, colocando la mira en el proceso y no en el resultado. 

Los chicos NUNCA tienen la culpa. Los padres los educan, los profes los ponen en la cancha y los dirigentes son los que bajan línea a sus entrenadores. Se habla mucho de la necesidad de desdramatizar el deporte, pero basta a veces mirar un partido de inferiores para darse cuenta que la línea de mensajes contradictorios empieza bien temprano. Por eso es tan importante cambiar el Eje formativo, y eso es tarea de dirigentes, entrenadores y padres. Si queremos mejores deportistas, tenemos que invertir tiempo y recursos en darles valores. En los clubes, por una cuestión de tiempo e instalaciones cada vez se entrena menos tiempo, pero la solución no está solamente en darles más tiempo con la pelota, sino en ver que hay detrás de cada personita, y empezar a tratarlos mejor para que puedan disfrutar a pleno de la actividad deportiva. Solo eso garantizará mejores resultados…



¿El problema somos los entrenadores?

En muchos deportes, las inferiores suelen ser una estación de paso hacia las categorías superiores, motivo por el cual, muchas veces nos encontramos con entrenadores muy jóvenes y a veces carentes de formación para enfrentar determinado tipo de grupos o situaciones, o bien DTs que no tienen real vocación para trabajar con chicos o jóvenes, y que solo están al frente de un equipo de “Formativas” esperando que los resultados obtenidos le sirvan de trampolín hacia niveles superiores. 

Las Divisiones Inferiores no siempre están bien pagas, y muchas veces se usan (en los deportes no profesionales sobre todo) para retener a un jugador importante a cambio de una remuneración encubierta. Son, nos guste o no, las leyes del juego ante la ausencia de presupuesto o estructuras más fuertes, y como siempre, son los chicos quienes terminan pagando los platos rotos, ya que son ellos los que tienen que lidiar con las carencias de sus formadores. 

Muchos Entrenadores, por diferentes motivos, suelen sobreproteger con ordenes constantes a sus dirigidos (sobre todo en edades formativas), al punto de generar en los chicos una dependencia o una obligación de responder automáticamente, y eso, en cierta forma atenta contra la capacidad de desarrollo del jugador, ya que al tener coartada la facultad de tomar decisiones por esta conducta de su DT, puede sufrir un retraso madurativo en este apartado (la toma de decisiones). Si el error desata un drama, se hará muy difícil para el jugador tomar conductas de riesgo, soltarse, crear, aprender de su propio error. 

Así como los Padres tienen directa responsabilidad en la educación emocional de sus hijos, los Profesores o Entrenadores también la tienen en la educación emocional de sus pequeños jugadores, que en muchos casos suelen llegar a sus manos en edades tempranas. De allí la importancia de formar a los formadores para encarar semejante tarea. Muchos Entrenadores ponen el foco de su aprendizaje en saber de su deporte, y en realidad, sobre todo en esas etapas, aprender a manejar personas es tan o mas importante.


Citas-Fuentes: Sitio www.laopiniondemalaga.es - Psicólogo Germán Diorio
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